viernes, 15 de enero de 2016

La profesora adecuada

Recuerdo la última vez que escribí aquí. Estaba pero nerviosa nerviosa y no pude dormir esa noche. Me aterraba decirle a mi profesora de piano que no la quería el año que viene porque básicamente era una pésima profesora. Pero vamos, que todo salió (como normalmente me pasa) mejor de lo que me esperaba. Una conversación que fue más o menos así:

- Profesora, tengo que hablar con usted.
- Ah sí, querida, dime.
- Bueno, he pensado...que voy a cambiarme de profesor el año que viene.
- Ah sí, vale, no pasa nada.
- Tiene que firmarme este papel.
- Pues lo firmo, ¿tienes un boli?
- Tengo, aquí tiene.
- ¿Sabes lo que es gracioso?
- ¿Qué?
- Que yo también te iba a decir hoy que era mejor que estudiases con otro profesor. Me caes bien pero creo que no congeniamos.
- Sí, tiene razón.
- Te puedo recomendar a otro profesor si quiere.
- Muchísimas gracias, aprecio su interés.
- De nada, estamos en contacto.
- Adiós.

A las dos horas me llegó un mensaje al móvil. En el que ponía: Menos mal que hoy te has acercado a mí y hemos hablado del tema, no sabía como decirte que no soy la profesora adecuada para tí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario