He de decir que soy de esas personas a las que no le gustan los cambios. Me producen estrés. Me asustan. No me dejan dormir.
Pero claro, son inevitables. Y son buenos. Estresantes pero buenos.
¿Qué haría yo sin un cambio? Aburrirme.
Y aburriéndome me apago.
Tendré dos gatitos a partir de este viernes. Almas que tendré que cuidar quince o diecisiete años de mi vida. Esto sí que es un cambio. Sólo espero...
Reirme mucho.
Acariciarlos.
Peinarlos.
Mirarlos a los ojos.
Sacarles fotos.
Hacerles videos.
Darles golosinas.
Rascarles la barriga.
Dormir siestas con ellos.
Imitarlos.
Hacerme muchos rasguños.
Quererlos.
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